Alimentación
Su dieta depende de los recursos disponibles en los hábitats donde se alimenta. Así, en las dehesas consumen principalmente bellotas de encina, en los cultivos de cereal de secano las semillas de trigo, cebada y avena, mientras que en los rastrojos de regadío buscan las semillas de arroz y maíz.
Su dieta depende de los recursos disponibles en los hábitats donde se alimenta. Así, en las dehesas consumen principalmente bellotas de encina, en los cultivos de cereal de secano las semillas de trigo, cebada y avena, mientras que en los rastrojos de regadío buscan las semillas de arroz y maíz. En ocasiones también se alimentan en cultivos de leguminosas (habines) y de colza. Pueden consumir bulbos de especies silvestres (Arisarum, Arum, Biarum, Gynandriris, Hyacintoides, Romulea, Narcissus), tubérculos, tallos y brotes de herbáceas y de cereal, pequeños invertebrados, etc.
Merece destacar la especialización de las grullas en el consumo de la bellota, siendo de las pocas especies de aves que logran eliminar por completo su cáscara antes de ingerirla. En ocasiones aprovechan depresiones de terreno para colocar las bellotas y lograr picotear su cáscara con más facilidad. Los restos de las cáscaras pueden encontrarse bajo las encinas, apreciándose perfectamente las marcas y agujeros producidos por el pico. Del mismo modo, muestran una notable habilidad para desenterrar bulbos, apreciándose perfectamente las zonas donde han estado alimentándose, ya que el terreno aparece completamente removido por la actividad de su pico.